El mundo globalizado de la tecnología de avanzada, casera o industrial, es una capa de comodidad sobre otra, en nuestro mundo contemporáneo lo '"original" es la proliferación del estandarizado. Actualmente hay toda una generación de humanos crecidos por y para la televisión. La tensión del nuevo milenio se resquebrajó en distintas realidades para las clases sociales, y la única respuesta que nos llega es que el petróleo del subsuelo esta en déficit y su combustión ha creado sobrecalentamiento global. La naturaleza ha conservado la unidad de los entornos a través del misterio de la diversidad; la transición de la naturaleza hacia la nueva naturaleza, el entorno tecnológico, alcanza esta unidad por el poder de la imponente homogeneización tecnológica, que busca algún punto de concilio en el mero conflicto moral humano. El medio es nuestra historia, y estos simulan los nuevos conceptos de vida en la tierra. En este escenario los hombres hallan en su tecnología un dogma, una nueva religión posesionada de una conciencia renovada. La tecnología es nuestra gran fuerza, una necesidad omnipresente para poder sobrellevar el impulso de preservación. Su apetito es infinito, que también es nuestro, y consume los mundos finitos.
El cyberpunk japonés ha sido durante las últimas dos décadas un tratado subversivo hecho en cine, acerca de la actual etapa crítica que vive la macro dictadura capitalista, de los medios electrónicos como placebos enajenantes en países industrializados, del fetichismo hacia el aparato automatizado, ergonómico y aerodinámico, como un bálsamo mentiroso para el espíritu confundido; o las drogas de diseño para el temple del espíritu ansioso. Al final sólo nos queda el derrotado anhelo del humanoide artificial nunca logrado.
Se presenta esta selección devastadora de películas, indispensables cuando se quiere entender al cyberpunk japonés como un sub-genero de culto, de imágenes y sonidos subversivos como expresión extrema del síndrome contemporáneo.
1 comentario:
Hola, hola, recién descubro el blog pues recibí mensajes a mi bandeja de entrada y bueno, me dio gusto descubrir a Cristian Núñez por estos lares, un saludote, no sé si me recuerdes, soy Caludia, la amiga César Salazar, ¿recuerdas que colaboramos contigo para presentar tus poemas? Eso fue algo que a mí la verdad no se me olvida porque una experiencia muy padre y fue mi primera y única actuación como solista. De paso te digo que aún tengo tus cortometrajes de David Linch bien cuidadito, jeje, a ver si nos ponemos de acuerdo un día para que te lo regrese.
Bueno, por otro lado, supe que La Quilla cambió de local, será bueno ir un día.
Saludos.
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